Degenerados
Dictadores
No pueden asesinar las palabras,
asesinan sus voces.
Les disgusta la verdad pronunciada.
Les hace más daño que un puñal.
En sus mentes cerradas,
en su corazón dictador, creen ser Dios.
Quieren anular las consciencias de la libertad.
Quieren ser únicos imponiendo su verdad.
Son solo humanos que la vida han entendido mal.
Abyectos y bastardos en su pensar, solo saben pisotear
el corazón de la buena gente libre, que no quiere claudicar
ante su manera de matar
a las personas y a su ideal.
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Lanza el odio afuera
Tierra yerma, desierta. La vida efímera.
Resisten unos pocos en alerta.
Brota una idea tras larga espera.
Agua para esta tierra muerta, sumida en tristeza.
La ilusión despierta, florecen las flores en primavera.
Luz en esta tierra yerma, desierta.
Paz buscada por dondequiera, de era en era.
La puerta está abierta para vivir en paz,
lanzando el odio afuera. Dejándolo en vía muerta.
Aparcándolo eternamente. Para que la paz sea ya abierta…
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