Vivo. Amo…

Vivo. Amo…

He vivido, he amado… Vivo, amo…

He vivivdo, he amado…

Vivo, amo…

Ya no ando desesperado,

de mi vida, soy el amo.

Antes estaba desolado,

mi vida era un triste paramo.

Mi mente me tenia presionado, atormentado.

Mi corazón dijo basta, se paro y exclamo:

¡Para de correr a ningun lado, o caerás muerto desolado!.

¡Para de correr a ningún sitio sin sentido!.

¡Oye a tu corazón que tanto ha sufrido!…

Ahora de amor mi huerto he sembrado.

De amor mi huerto ya ha germinado.

Ahora en mi vida el amor ha nacido,

hoy mi corazón es un campo florido;

de vivos colores del amor, son reclamo.

Ya no tengo que de pesar,  soltar gemido.

Gracias, he amado. Gracias he sobrevivido.

Gracias, vivo. Gracias mi amor, te amo…

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No existe para mi nombre

No existe para mi nombre. ¿No sé como llamarte vida o amor?

Quiero oirlo de tus labios y sellarlo en mi mente.

Quiero escribirlo en cada poema. Quiero pronunciarlo cada amanecer.

Quiero que sea mi fortuna, quiero que sea mi vida.

Repetirlo una y otra vez cuando te ame.

Escribirlo con letras de sangre cuando mi corazón sufra por tu amor.

Quiero esculpir tu nombre y el mío en una piedra,

enterrarla lo más profundo que pueda, para que dentro de unos siglos,

los futuros amantes al encontrarla sepan que te ame

y que nuestro amor es eterno.

Quiero gritar tu nombre al viento para que todos oigan lo que te quiero.

Quiero tener tu nombre presente cada amanecer, cada atardecer, cada anochecer.

Quiero oír tu nombre toda mi vida,

hasta que mi vela se apague en el invierno de mi tiempo…

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En una playa de arena blanca

En una playa de arena blanca, el mar azul.

En sus limpias aguas se adivinan los pececillos entre las rocas,

nadan libres como si el mundo no fuese con ellos.

Puro torrente de vida, ligeras nubes tapan el Sol, el viento las lleva,

descubren tu cuerpo. El Sol brilla en tus ojos verdes,

haz de luz refulge de tu pelo de oro. Tu cuerpo al contraluz luce su esplendor.

Una sonrisa en tu cara bella asiente al decirrte te amo.

Tus labios se unen a los míos. Nadie nos ve, la playa está desierta

solos tú y yo ofreciéndonos al amor.

Empiezo a acariciar tu pelo, tu cara, mordisqueo tu cuello,

mis dedos recorren tu cuerpo desde tus hombros a tus pechos,

me detengo besando sus aureolas, las mordisqueo con los labios.

Mis dedos masajean tus senos,

mis dos manos aprietan tus dos cimas con dulzura.

Mis dedos vuelven al camino. Viajan hacia tu mar…

Llego después de pararme en tu valle,

mis dedos se pierden enredados en tu selva.

Reinicio la marcha hasta llegar al pequeño montículo

que sobresale de las oriilas de tu mar. Es un monte se sal, la absorbo.

Mi lengua quiere derretirla dando vueltas sobre él,

una y otra vez, no tengo prisa…

Lo rodeo hasta que consigo derretirlo entre mis labios.

Es una explosión, una ola rompiendo…

Llega la calma y vuelvo a comenzar, no me importa el tiempo…

Deseo que tus olas rompan entre mis labios, rompan y rompan…

Ahora sí, estoy preparado para bañarme en tu mar.

Lo vuelvo a agitar…Hasta que el movimiento de mi cuerpo

lo hace romper bravío en mí.

Tomo un respiro y vuelvo a empezar acariciando cada centímetro de tu piel

hasta volverte a enloquecer. Entonces vuelvo al precioso ritual…

Descansando para volverte a cargar, para llevarte a una nube desde tu mar…

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Estuve una vez perdido en el tiempo

Estuve una vez perdido en el tiempo.

Perdido en el espacio.

Sin riego vital que moviera mi mente.

Sin ideas, sin sentido, sin nada…

Con un sentimiento de vacío en el corazón. En mi ser…

Seguía amándote. Aún te amo…

No sabía cómo acercarme otra vez a ti.

Sumido en una depresión que aprisionaba mis sentimientos a una vida sin sentido.

No te tenía…