elfuturonoexiste

el siguiente segundo ya es presente

Dura realidad

Dura realidad

Dura realidad

Infartado

Las arterias se estrechan. La sangre estrangulada.

Dolor en el estomago.

Electricidad. Descarga en la camilla.

Corazón parado.

Luz blanca, cables constantes.

Cuarenta y ocho horas al límite.

Pasan los días. Pegado a una cama.

La noción del tiempo perdida. La mente en blanco.

Caras amables, dulces, sensibles.

Noche o día da igual. El tiempo eterno.

Paso el peligro.

De vuelta a la vida con los tuyos.

Ya nada es igual en la mente.

Sentimiento de que ya no eres el mismo de antes.

No sabes cómo responderás ante el reto de vivir.

Te hundes en el pensamiento, en el sentimiento.

Espera lo arduo. Aceptarte y volver a andar.

Meses oscuros perdido en tu mente. Futuro incierto.

Solo treinta y seis. Una vida por delante.

Das gracias al destino y vuelves a caminar…

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Detesto las prisas

Mi corazón late despacio.

Mi discurrir es lento.

Detesto las prisas…

Llevan a una parada en seco de tu corazón.

Mi tiempo se paró un día.

Una noche larga y tenebrosa.

Mi corazón protestando dijo basta.

¡O paras o me apeo!

Gano él y se paró en seco.

Bajo las persianas y cerro.

Mis latidos se apagaron en el espacio.

Para pasar a un estado consciente de lo que me jugaba.

¡Vivir!…

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Soy un naufrago

Soy un naufrago aferrándome al tronco

que flota en medio del océano.

Casi sin fuerzas lo sujeto y nado,

intento llegar a tierra firme.

No quiero caer en el olvido,

morir en la soledad de este mar embravecido,

que me lleva irremediablemente a chocar contra las rocas.

La tormenta azota mi cuerpo.

El furor de las olas me hace desfallecer.

Yo me aferro más fuerte a la madera salvadora.

Lucho con todas mis fuerzas para salir adelante.

Mi corazón a punto de pararse otra vez.

Las lagunas de sangre en mi cerebro

no logran hundir mi convicción en salir adelante.

Intentar sobrevivir en el suelo que pise

hasta que me deje vencer en el invierno de mis días.

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